mi historia

Mi trayectoria: hacia una belleza más alineada

He trabajado más de diez años en el mundo de la cosmética de lujo, colaborando con marcas emblemáticas como Christian Dior o Givenchy. Fue un entorno exigente y refinado, en el que aprendí muchísimo. Sin embargo, con el tiempo, sentí la necesidad de darle más sentido a lo que hacía. En 2022, decidí dejar ese entorno para enfocarme en lo que realmente importa: mi familia, mis valores, y una manera de cuidar el bienestar más natural y alineada con mis convicciones profundas.

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Por qué cambié mi forma de cuidar mi piel

Durante años, trabajé en el mundo de la belleza de lujo y confié en productos de marcas prestigiosas, pensando que eran la mejor opción. Pero un día, tras una reacción alérgica severa a un producto que usaba con total confianza, empecé a analizar los ingredientes y me di cuenta de que incluso algunas marcas “naturales” contenían conservantes químicos, fragancias sintéticas, sustancias controvertidas e incluso microplásticos. Elementos que nunca aceptaría en mi alimentación, pero que aplicaba sobre mi piel a diario.

Decepcionada con estas opciones, comencé a buscar alternativas más respetuosas: con mi salud, mi piel y el medio ambiente. Probé muchas marcas, comparé fórmulas y exploré distintas opciones. Fue entonces cuando descubrí Ringana, una marca diferente que me cautivó por su filosofía: productos 100 % naturales, sin conservantes, sin aditivos químicos y fabricados bajo pedido. La promesa de frescura, eficacia y transparencia me convenció.

Usando sus productos, mi piel cambió: mi acné hormonal, presente desde mis embarazos, desapareció poco a poco; mi piel se volvió más luminosa, hidratada y equilibrada. Finalmente, recuperé una rutina con la que me sentía plenamente identificada.

Esta transformación me llevó a explorar otros rituales de cuidado. He seguido varias formaciones en línea sobre masaje facial, yoga facial y facetapping, aprendiendo gestos simples pero potentes, y observando resultados reales: piel más firme, rasgos relajados y un tono más luminoso.

En septiembre de 2025, iniciaré una formación presencial certificada, especializada en acompañamiento individual, profundizando en análisis de arrugas (facemapping), técnicas de masaje personalizadas, yoga facial y acupresión. Mi objetivo no es solo practicar para mí, sino transmitir con precisión y cuidado gestos adaptados a cada morfología y tipo de piel.

En enero de 2026, también comenzaré una formación en alimentación ayurvédica, ya que el Ayurveda me ha enseñado que el equilibrio nutricional depende de nuestra constitución individual (doshas: Vata, Pitta, Kapha), cada uno con necesidades específicas. Comprender estos perfiles permite ajustar la alimentación para favorecer la piel, la digestión, la energía y el bienestar global.

Hoy estoy convencida de que la belleza de nuestra piel depende no solo de los productos aplicados, sino de un estilo de vida integral: cuidados específicos, alimentación alineada, movimiento y rituales que nutren cuerpo y mente. Todo lo que he aprendido y probado quiero compartirlo sinceramente para ayudar a otras mujeres a tomar decisiones más conscientes y reconectar con una belleza más auténtica.

Formaciones y experiencia

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