Durante más de diez años, he trabajado en el mundo de los cosméticos de lujo, colaborando con marcas prestigiosas como Christian Dior y Givenchy. Un entorno fascinante, donde aprendí muchísimo sobre las tendencias y las expectativas de los consumidores.
Pero con el tiempo, sentí la necesidad de darle un nuevo sentido a mi trabajo, de involucrarme en un proyecto que estuviera alineado con mis valores. En 2022, tomé una decisión importante: dejar mi puesto para centrarme en lo que realmente importa y disfrutar plenamente de mi familia.
Siempre he tenido cuidado con lo que como: alimentos frescos, saludables, sin conservantes, y siempre leo muy atentamente las etiquetas. Sin embargo, curiosamente, no había aplicado esta misma atención a los productos cosméticos.
Como muchas personas, confié en las grandes marcas, pensando que los productos vendidos en las tiendas eran necesariamente buenos para mí. Hasta el día en que comencé a observar más de cerca las composiciones… y mi visión cambió por completo.
Todo comenzó después de una reacción alérgica severa a un producto cosmético. Intrigada, comencé a analizar los ingredientes de los productos en mi baño y descubrí que estaban llenos de conservantes, aditivos químicos e incluso microplásticos. Al no confiar más en las marcas tradicionales, emprendí una búsqueda de productos más saludables, respetuosos con mi cuerpo y con el medio ambiente.
Fue entonces cuando descubrí Ringana a través de una socia en Barcelona. Productos 100 % naturales, sin conservantes, sin aditivos químicos, sin microplásticos, fabricados bajo demanda con una ética impecable. Ringana era exactamente lo que estaba buscando.
Curiosa, profundicé en mis investigaciones, estudié la composición de sus productos, hablé con especialistas en belleza, y a medida que pasaron los meses, se hizo evidente que Ringana realmente era diferente de otras marcas.
Entonces, decidí probar los productos. En pocas semanas, mi piel cambió por completo. Mi acné hormonal persistente (que apareció después del nacimiento de mis hijas) desapareció, sin volver desde que uso Ringana. Esta experiencia confirmó la eficacia y la frescura única de los productos. Comprendí que Ringana era mucho más que una marca: era una nueva forma de consumir, alineada con mis valores.
No dudes en enviarme un mensaje a través de WhatsApp. ¡Estaré encantada de hablar contigo sobre los cuidados más adecuados para tus necesidades y compartir mis recomendaciones para una rutina de belleza más saludable, natural y respetuosa con el medio ambiente!
Mi camino hacia un consumo más consciente no se detiene en los cosméticos. Desde hace varios años, también me involucro en un proyecto educativo sobre alimentación para niños.
Trabajo en escuelas para sensibilizarlos sobre una alimentación sana y natural, enseñarles a evitar los productos ultraprocesados y a tomar decisiones informadas para su bienestar futuro.
¿Por qué? Porque todo está relacionado. Lo que ponemos en nuestra piel y lo que ponemos en nuestro plato tiene un impacto directo en nuestra salud y en nuestro planeta.
Hoy comparto esta visión a través de mis acciones:
Si mi historia resuena contigo, si también deseas consumir de manera diferente, estaré encantada de intercambiar contigo. Juntos, avancemos hacia una belleza más consciente y compasiva.
Estoy aquí para guiarte y ayudarte a tomar las decisiones correctas para tu piel. Contáctame por WhatsApp, y estaré encantada de aconsejarte sobre los productos que mejor se adapten a tus necesidades, ya sean cosméticos naturales o alternativas más saludables como Ringana.